Era el dia del solsticio de verano, el dia mas largo del año 2009. Elegimos un lugar donde el cielo y la tierra se pudiera ver con mucha amplitud.
Ya la tarde caía y el sol estaba muy fuerte,
Luego las nubes taparon el sol y se iba yendo el día mas largo del año.
Llegamos a Moravia en una tarde de color negro.
Los habitantes del barrio estaban ahí, y los turistas también.
Muy bonitos los colores, las canciones dan tremenda energía, la gente es pura felicidad. 
No fuimos para la casa, con el sabor adentro, y la mente imaginando.
Nuestro trabajo a veces es observar por un visor a la gente trabajar. En la Iguaná, un barrio en Medellin, estaban limpiando alcantarillas. 
Y en el paisaje, se ve entre los cables, zapatos colgados. Zapatos anónimos.
Y en la iguaná se vive de la basura, de lo que el mundo de arriba desecha, la chatarra, el reciclaje para de nuevo hacer otras cosas. 
A veces trabajar, y recorrer, y viajar y llevarse imágenes, todo al mismo tiempo de un sólo lugar.
Y ver la ciudad desde abajo hasta arriba. 
Y sonreír al ver como se disfruta un domingo al sol.
Y atrapar un gato antes de hacer una travesura. Desde el barrio la Iguana en Medellín, una mañana de domingo de sol y trabajo. 
Iba a trabajar un domingo en la mañana, y para el occidente estaba nublado y San Juan estaba gris, entre el asfalto y el cielo y la niebla y todo el aire mañanero justo cuando uno no sabe muy bien si será un día de verano o de invierno.
Estaban puestos los huevos en canastas una encima de la otra. Un caragamento de huevos listo para ser entregado, o cargado.
No se sabe si el camión estaba cargándose, o sea medio lleno o medio vacío, o sea desocupándose.
La Carrera "Girardot", en la ciudad de Medellín.
"A la orden!"
Que no hacía mucho había salido, me dijo.
Yo también le dije que no compro flores, que la novia me quiere así, a secas. Se sonrío.
En medio de la nada en la carretera antes de Doradal, un circo, uno pobre, con nombre de latino gringo: "Latin Brothers"
Llegamos temprano pero se demoró mucho para empezar. Mientras los habitantes de los alrededores se arreglaban para el parche de la noche, otra vez el circo, el mismo circo que no se va pero que tampoco mejora.
El escenario prometía poco. Pero un circo humilde, ofrece son puras promesas y certezas de una realidad. Escasez y charruras al maximo.
Y luego los circos, con chistes malos y viejos. De voz chillona y aguda, de trajes gastados y microfonos ruidosos. Eso es ir a un circo pobre. Sonreir con lo sencillo, con lo escaso, con lo desteñido y simplón, con lo que sonríe la gente normal. 
Una misma tarde, desde la estacion San Antonio del Metro en Medellin.
Varias tomas, diferentes colores. A veces las tardes de Medellín son de colores y veranos y antes de que llegue la noche, los oscuros y los rayos de sol, se mezclan para un revuelto de colores en el cielo. 
Y al observar con calma la tarde, se encuentran tesoros que a veces se llenan de belleza.
Este paisaje de autopista que es eterno, y solo cambian los pájaros.
Hay latas que vuelan, y los mismos cables que llevan la luz para que alguien te tenga preparado un café al llegar a casa desde tan lejos.
La luz ya no está con nosotros.
Íbamos muy rápido, yo quería ir más lento. Pero es que la tarde lo lleva a uno.
El mismo mini túnel de vuelta, que recuerda que estas a tres trancones de casa.
Allá abajo, el área metropolitana. Aquí arriba unos jóvenes cansadísimos, y con un hambre tenaz.
Nos gusta ver que somos nada. Como una nube, como un humano más.
Como una flor más.
Nos dedicamos a viajar mientras la vida o con la vida, y a veces le tomamos foto.
Y mientras todos trabajamos, algunos aprovechan el domingo para salir a pasear. 
