Y mire las flores desde todos los lados, para ver cuando caía una sobre mi. 
Pero solo alcancé a ver en le piso mojado, las que caían a mi lado, y l alluvia rosada de flores continuaba. 
En Laureles, en Medellin donde los guayacanes lloran flores. 
Otra vez Medellín desde arriba. Sigue creciendo.
Desde aquí arriba se divisa la contaminación que causa el clima, y la ciudad que palpita.
Como decía Gonzalo Arango: "Oh, Medellín!"
Los teléfonos rojos son gratis. Duran de 1 a 2 minutos. Y puede colgar y volver a llamar.
El centro del Valle de Aburra.
Una tarde de domingo, de agosto y soleada. 
Habia mucha gente en la calle, a pesar de ser domingo, 
Muchos carros en la 33. Yo iba de paseo, pero ahi abajo habria una fiesta
En esas fiestas, para muchos el mejor negocio.
Y sobre la regional cerrada, mares de gente. Era feria de flores y apenas nos dimos un vuelton. 
Estaba viendo este edificio, tan alto y tan en obra aún,
Y cuando baje la mirada, estaban los hombres que ayudan con la obra. 
Y directo desde Yarumal, Antioquia este señor con su camión. Que amablemente posó y sonrió.
En el centro de Medellín, la gafa de moda o el periódico amarillista de turno,
El aguacatico que no falta para el almuerzo o con arepa y sal.
Y los confites de siempre, y los viejos de siempre que andan de paseo, pasando jubilación por las calles de esta ciudad
El gran simbolo visto desde la pequeña sombra de la Estación del Metro Parque Berrio.
Todo iluminado, todo cemento.
Y Medellín vista desde el Mirador del Lago se ve preciosa, inofensiva.
Y su cielo poderoso, bello, joven.
Nuestro trabajo a veces es observar por un visor a la gente trabajar. En la Iguaná, un barrio en Medellin, estaban limpiando alcantarillas. 
Y en el paisaje, se ve entre los cables, zapatos colgados. Zapatos anónimos.
Y en la iguaná se vive de la basura, de lo que el mundo de arriba desecha, la chatarra, el reciclaje para de nuevo hacer otras cosas. 
A veces trabajar, y recorrer, y viajar y llevarse imágenes, todo al mismo tiempo de un sólo lugar.
Y ver la ciudad desde abajo hasta arriba. 
Y sonreír al ver como se disfruta un domingo al sol.
Y atrapar un gato antes de hacer una travesura. Desde el barrio la Iguana en Medellín, una mañana de domingo de sol y trabajo. 
Iba a trabajar un domingo en la mañana, y para el occidente estaba nublado y San Juan estaba gris, entre el asfalto y el cielo y la niebla y todo el aire mañanero justo cuando uno no sabe muy bien si será un día de verano o de invierno.
Estaban puestos los huevos en canastas una encima de la otra. Un caragamento de huevos listo para ser entregado, o cargado.
No se sabe si el camión estaba cargándose, o sea medio lleno o medio vacío, o sea desocupándose.
Una misma tarde, desde la estacion San Antonio del Metro en Medellin.
Varias tomas, diferentes colores. A veces las tardes de Medellín son de colores y veranos y antes de que llegue la noche, los oscuros y los rayos de sol, se mezclan para un revuelto de colores en el cielo. 
Y al observar con calma la tarde, se encuentran tesoros que a veces se llenan de belleza.
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Y mientras todos trabajamos, algunos aprovechan el domingo para salir a pasear. 
