lunes, 26 de julio de 2010

Tardes bonitas, como siempre

Como siempre, tardes bonitas en Medellín.

El norte del valle.
Mirando al occidente vemos convento de la mansión, en Villa Hermosa.

Tardes naranjas.
Fotos tomadas porque el sol entraba por las ventanas de una manera brutal.

Y salí a fotografiar el cielo y los callejones de mi barrio.

martes, 13 de julio de 2010

Arboles y Chamizos

Un bello día de cielo azul, cerca del media día, caminamos por las montañitas, viendo arboles, buscando sombra, matando los bichos.

Chamizos.
Arboles.
Y dos (ni árbol ni chamizo) buscando sombras, soplándose para no morir de calor.

Doradal, Antioquia.

Fotos de garabatos contra el cielo betiado.

sábado, 10 de julio de 2010

Un camión desde Yarumal, Antioquia

Estaba viendo este edificio, tan alto y tan en obra aún,

Y cuando baje la mirada, estaban los hombres que ayudan con la obra.

Y directo desde Yarumal, Antioquia este señor con su camión. Que amablemente posó y sonrió.

Ya olvidé su nombre, creo que era Arturo, pero creo que solo rima con Futuro.

miércoles, 7 de julio de 2010

Los cielos de Doradal, mientras buscamos un circo

Doradal (Antioquia) en horas de la tarde.

Íbamos a buscar, como siempre, lo que no se nos ha perdido.

Mientras el viaje, a unos kilómetros a las afueras del casco urbano, del municipio de paso entre Medellín y Bogotá.

Bonitos cielos. Como los que nos gustan.

Pero no hay naturaleza linda, si no tiene algo humano cerca. Dicen los materialistas.

La ruta, que no era tan corta, nos muestra una imagen rural selvatica. A pesar de la carretera, esa cicatriz que atraviesa los territorio.

Todo para preguntar a qué horas era la función del circo.

Un circo pobre, muy pobre.

Los vecinos del circo.

Y los vecinos tienen hijos.

Los dejamos jugando en el patio de su casa, donde está un circo, con la promesa de volver en la noche.

El que va en moto, para en cualquier lado

Y la lluvia que siempre acompaña a los motociclistas.

y después de saltarse varias montañas, merezco comer alguito.

Ahí despuecito del peaje de Santuario, autopista Medellín-Bogotá, ahí fue donde me detuve a comer.

Mientras las empanadas estaban, llegaba más leña, y hablaban de los problemas familiares.

Ñam, ñam, ñam!