martes, 30 de junio de 2009

Se dañó el tubo

Un hidrante abierto, un daño de un tubo, agua por montones, son los dolores de cabeza de los lideres comunales,

Y, es el sueño de todo niño.

Desde lejos los vimos divertirsen con el chorro de agua. No era nuestro barrio, ni nuestro chorro.

1.30pm, un martes cualquiera, en "Caminos de Buena Esperanza", el ultimo pedacito donde se permite construir en Suba. Una cuadra (larga) después de esta esquina, comienza el Humedal.

domingo, 28 de junio de 2009

Maracaibo con Junin

Iba corriendo para una cita, y la luz naranja de las lamparas recien prendidas me detuvieron. Saque la cámara. Tome la foto, y mucha gente despues de mi paso, se quedaron leyendo la placa de "Maracaibo".

sábado, 27 de junio de 2009

Anocheciendo

Las luces alumbran el cielo azul pálido. La gente corre para irse a casa. Rápido para alcanzar el tren con menos gente.

Es cuando las luces de los carros llenan de amarillo los ojos. Pasan rápido por esa autopista mientras la gente sobre los puentes

Las luces entre los ojos, mientras pasan rápido, mientras uno quiere distinguir entre las oscuras formas de la noche y las incandescentes luces de los carros.



Los carros y los buses siguen su camino. Es hora de irse a casa, de ir veloz, de llenar de pasajeros el bus. Van hacia el norte, el norte de una ciudad en un valle hondo y caluroso.

Anochece y el color cambia, anochece y me gusta ver el mundo moverse.

jueves, 25 de junio de 2009

Crónicas Neuyorquianas: mirando arriba

Ir a Nueva York era como ir a mi alma. Tengo el extraño placer y vicio de desplazarme para buscarme. Así me fui para la gran manzana buscando una ciudad que no era ni la del cine, ni la de los libros e incluso ni la de los libros o del arte. Me fui caminando y mirando para el suelo, y a veces mirando para el cielo.

De la masa de edificios me gustaba observarlos de cerca. Mirar con el lente y mis ojos para arriba y ver lo altos que eran. Siempre sentí que entre tantos edificios gigantes no entraba sol a la isla de Manhattan. A veces todo en medio del verano y su calor pegachento, gris, brumoso, blancuzco. Y asi salieron los edificios, grises y fríos.

Pero adentro hay miles de cabecitas y afuera muchas maneras, formas, texturas, que hacen pensar en los que hay adentro, que son diferentes.

Edificios que muestran los que hay adentro o reflejan el cielo como un gran espejo.
Edificios chinos, porque en la gran manzana, la ciudad del mundo, el turismo, la tradición y las culturas se juntan al frente de la mirada.


Grandes torres, torres gemelas, mellizas, hermanitas. Escalonadas, mayores y menores.

Una manzana que se construye todo el tiempo.

Y edificios famosos seguro en las películas que no recuerdo pero que me hicieron llegar hasta aqui. Tomar muchas fotos, y decir, este Flat Iron, como se llama, me gusta un montón.

Y las fachadas que a veces son la parte trasera. Escaleras al cielo. O hasta el 5 piso.

Edificios de los lujosos, en el Uptown, desde el Centra Park. Por allá viven los ricos, que se pueden comprar un perro caliente simple y sin sabor de 6 dolares y la Coca Cola a 3 dólares. Ah, pero ellos no comen perro caliente. Ellos ahi adentro comen caviar y toman champagne.

Una ciudad soñada y prometida.

Y de noche,

o de día, se alza el Empire State, para ser visto cuando las avenidas dejan verlo, cuando esta uno a la altura o cuando uno alza la mirada se ve la punta.

Y la ciudad refleja mas ciudad. Una ciudad multiplicada, infinita, que no se acaba, que parece repetida y clonada.


Y los simbolos de la riqueza, de los años 20, de cuando esta gran manzana creció. Rockefeller Center.

Un espejo, más reflejos, una ciudad autocontenida. No necesita sino de si misma. Y del mundo y los viajantes y turistas que a veces la observan.

Los rascacielos, los altos edificios, los majestuosos y arrogantes sobre la ciudad. Para alcanzar la gloria y el cielo.

miércoles, 24 de junio de 2009

El cielo veteado de naranja

En una tarde de esas tardes que hace en Medellín, el cielo estaba bonito.

lunes, 22 de junio de 2009

Muñeco

Estaba tomando la foto cliché a la autopista a través de los juncos.

Cuando apareció Muñeco entre las maticas.


Su dueño, el vigilante del edificio, o mas bien uno de tantos, se llamaba Andrés. Me pidió el favor de tomarle las fotos al perro, que ademas se veía divino.

Luego me preguntó que como podía darle las fotos. Le dije que no trabajaba cerca y que era difícil que volviera. Pero le di la dirección del blog apuntada en una tarjetica.

Ojalá que Andrés pueda ver las fotos de Muñeco.

jueves, 18 de junio de 2009

Iglesia de Manrique

Desde el balcón la vimos, iluminada, puntiaguda, blanca. Teníamos que ir.

Y mientras los accidentes, y los chismosos, y los carris, bajamos caminando cuadras desconocidas, oscuras, hasta silenciosas. Olía a comida y a soledad.

Una iglesia bonita. Bonitisima. Queda en el barrio Manrique, masomenos en la calle 77 con la 46, por ahí.

miércoles, 17 de junio de 2009

Retros

Recuerdo que cuando estaba pequeña mi hermano tenia una retroescavadora pequeña de juguete verde limón. Ya grande tengo una obsesión por esas máquinas que destruyen todo en unos minutos, que suenan como un terremoto y que tienen colores brillantes que sobresalen entre el polvo.

Aquí siempre ha habido un parqueadero con maquinas y camiones parqueados, abandonados, esperando.


Y en medio de un atardecer amarillo fui hasta allá por la regional, al lado del gigante edificio de bancolombia, a contemplar desde la reja las máquinas que ahora solo son latas adormiladas, esperando ser usadas en sus miles de caballos de fuerza.


Son máquinas chinas, taiwanesas, japonesas. Perros de latón gigantes con botones y palancas, señas y letreros, indicaciones y peligros.




Parecen muertas, abandonadas, como de tiempos ancestrales y que ahora no tienen ningún uso. Pero la verdad solo esperan ser usadas, un contrato, un inversionista, un constructor-destructor. Estas maquinas destruyen casas, barrios, montañas, contruyen vías y edificios. Máquinas de lo que nos vendieron como progreso.