
Este paisaje de autopista que es eterno, y solo cambian los pájaros.

Hay latas que vuelan, y los mismos cables que llevan la luz para que alguien te tenga preparado un café al llegar a casa desde tan lejos.

La luz ya no está con nosotros.
Íbamos muy rápido, yo quería ir más lento. Pero es que la tarde lo lleva a uno.

El mismo
mini túnel de vuelta, que recuerda que estas a tres
trancones de casa.

Allá abajo, el
área metropolitana. Aquí
arriba unos
jóvenes cansadísimos, y con un hambre tenaz.

Nos gusta ver que somos nada. Como una nube, como un humano más.

Como una flor más.

Nos dedicamos a viajar mientras la vida o con la vida, y a veces le tomamos foto.
1 comentario:
que pequeña historia mas bien contada!!!
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