
En Medellín los ídolos se han cambiado, se han muerto, han huido, o son un desastre.
El futbol es el opio del pueblo, y por aquí si que se necesita opio, y en cantidades alarmantes.
Y Victor Aristizabal se fue convirtiendo con el tiempo y con la falta de ejemplos, como uno de los últimos héroes paisas.
Y como soy hincha del verde y futbolero, me gusta este graffiti.
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