miércoles, 9 de junio de 2010

Un pedacito de la Oriental

Me baje en el metro, estación Prado, y leí:

Camine mirando el cielo gris, contaminado, que opaca el verde de las montañas.

Y en el semáforo, de ese cuando ya no es Avenida Oriental, vi unos malabaristas.

No tenia mucha visibilidad, e iba tarde para el trabajo, y no se puede uno confiar, porque te roban la cámara. Seguí.

Desde el vidrio polarizado del piso alto donde recogíamos los equipos de grabación, la Oriental se veía bonita, natural, plácida.

Las luz que pega tenue en los edificios.

Ya tenía mejor visibilidad.

Malabaristas de esquina, que aprendieron solitos a vestirse, a llevar una coreografía y un acrobacia tal, que les diera el pan de cada día a los tres.

Se puso en verde. Ellos se quedan ahí, saliendo a escena cada 2 minutos, y nosotros rumbo a una cita que tenia anotada en un papelito.

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