En la pasada feria de las flores, fui a tomar sol (y cerveza) mientras pasaban las bandas con su música.
Las calle aceras en ríos de gente. La calle era, esta vez, de las bandas. Y también eran un río.
Mientras cada banda iba pasando con su música y color, el la luz del día se iba, y traía muchas más gente.
En la noche, e igual de cansados que los musicos y los asistentes, nos fuimos para casa con el sonido adentro, con los colores en los ojos.
Cada fiesta de la flores sucede el concurso en el barrio la floresta.
Esto sólo pasa en Medellín cada año en agosto.
Si quiere ver más, aquí hay un video con 5 minutos de ruido.
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