Mientras la lluvia caía, nosotros avanzabamos por la ciudad.
Disparar la cámara desde un carro me encanta, pero con lluvia más.
Los semáforos nos hacen esperar. La lluvia no espera. Semáforo de La Iguana. Medellín húmedo.
Los puentes son el resguardo para los motociclistas. La oportunidad para hablar con el parrillero, o de prender un cigarrillo. O si estas muy apurado, te pones el impermeable y te largas.
Medio azul, medio gris.
En Medellín aun hay cientos de Renaults 4. Y también, la gasolina esta carisima.
El río crecido. Las gotas en los vidrios me dan una tristeza delgadita.
la vida cuando llueve es más borrosa, más ligera, más allá que acá.
Las miradas matan.
"Mija, aproveche el aguacero para lavar la fachada de la casa."
Este es Aranjuez con la calma que deja la lluvia.
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1 comentario:
Hay unas unicas maneras que me gusta la lluvia, cuando el cielo es medio azul medio gris, cuando estoy dentro de un carro y veo las goteritas caer, y cuando son las 6 de la tarde, camino por la ciudad, llueve pacito, y tengo mi sombrilla de colores.
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