sábado, 18 de julio de 2009

Volar

A mi papá le daba susto montarse en un avión y tengo que confesarlo, a mi los primeros 5 minutos también. me da un poco de nervios. Nunca he pasado sustos, no me interesan las ventanas porque casi nunca hay cosas para ver.

Los aviones vuelan alto y debajo no hay sino nubes.

Solo se ve cielo profundamente azul como un telón de teatro.


Y volaba esta vez de Colonia, Alemania, a Palermo, en Italia. Había
que atravesar del centro al sur de Europa. Yo tranquila mirando el plan de vuelo.


Y alcancé a ver debajo de las nubes, las puntas blancas de las montañas. Esas montañas blancas como las nubes, sólidas como la roca: Los Alpes suizos, los Alpes europeos, donde estuvo Heidi en mis cuentos de niña.

Y se vió algo debajo de las nubes, se veían los caminos y yo me imaginaba los centros de esquí y la gente con gorritos y muñecos de nieve. Abajo solo eran montañas lo que veía. El resto lo imaginé yo.

1 comentario:

Juan David Escobar dijo...

Que bonitas bubes.

Pensé mientras me deleitaba leyendo el texto y queriendo llegar a la proxima foto, que este post le sirve mucho a las gente que poco o nada a volado.

Las nubes, la ventana, las montañas,
bonito, bonito :)