Mientras los gritos y la euforia, y los putasos, observo el publico y me doy cuenta que conozco casi toda la gente. No porque seamos amigos, sino porque esta foto de Gallera ya la he visto muchas veces, y eso me conecta con los señores y los jóvenes que agitan billetes en el aire.
No cabía un alma más. Todos concentrados. Dos gallos en el ruedo. A veces los veía, la mayor parte del tiempo (afortunadamente), no.
Como siempre, termine afuera de la Gallera pensando en los pobres Gallos y en los buenos hombres.
Video: La Gallera de Mi Pueblo
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