sábado, 21 de marzo de 2009

Cementerio Palermitano


Le dije, que me llevara a un Cementerio. Me dijo, que para que, si la ciudad entera es uno. Era domingo, y ya casi lo cerraban.





Me gusta pasar un rato en los cementerios. Ahí están historias, las silenciosas, es donde uno puede sentarse un ratico y buscar nombres, imágenes, quedarse en silencio.






Cuando sonó la alarma porque el cementerio iba a ser cerrado, solo quedó este perro. Porque Palermo parece ser la ciudad de los perros. Esos nunca se van y deambulan a sus anchas.

1 comentario:

Juan David Escobar dijo...

A mi me gustan los cementerios.

Me gusta leer fechas de inicio y de final, y me imagino en todos esos años que paso en el mundo (en mi mundo), y digo: Por lo menos vivio mucho, o poco. Es depende.

Ah, y me gusta sentarme a leer al pie de las tumbas.